El mundo fue colonizando por africanos y éstos, se fueron adaptando a las condiciones de frio e insolación de distintas partes del mundo y se fue desactivando su melanina. Así, el humano comenzó sin quererlo a aclarar su piel.
Sin ir demasiado rápido en el tiempo; hay que detenerse lo bastante pronto como para ver que la historia del Egipto faraónico que nos han contado poco tiene que ver con el Egipto que debe su realidad a la historia de Africa.
Kémit, el País Negro o “País de Cam” para la Biblia estaba poblado por habitantes de cabello crespo y negros de piel como el propio Herodoto lo describió.
Según el libro “Africa en el horizonte” la respuesta a este olvido en la historia acontece por :
“El prejuicio cultural hegemónico de un Occidente Imperial que ha creado un ranking de razas en el pasado esclavista y una jerarquía de culturas en un presente democrático- progresista: si Egipto era una civilización esplendorosa, no podía ser negro.”
Este mismo libro explica que los egiptologos oficialistas, apoyados por los helenistas, dieron a conocer al mundo que Egipto (Kemit) era el único pueblo del mundo sin rasgos definidos ni parentescos culturales.
Egipto sin embargo estaba ligada a Africa tanto en lengua y religion (culto a divinidades) como Grecia estaba ligada a Occidente en su construccion humanista; pero claramente, no interesaba contar esa historia…
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